El derecho de cobro de deudas es un ámbito clave de la práctica jurídica que describe los procedimientos para perseguir las deudas impagadas y hacer cumplir las obligaciones de pago. Dota a los acreedores, particulares u organizaciones, de medios legales para reclamar los fondos adeudados.
El proceso suele comenzar cuando el acreedor se pone en contacto con el deudor, a menudo mediante notificaciones escritas o cartas de reclamación, insistiendo en la gravedad de la deuda y en la intención de recuperar los fondos. Si estos esfuerzos no son suficientes, el acreedor puede recurrir a la vía judicial.
La ley de recuperación de deudas proporciona las directrices necesarias para esta etapa, dictando los pasos para iniciar una acción legal, como la presentación de una reclamación o demanda. También detalla las posibles defensas que puede oponer un deudor y prescribe métodos para ejecutar una sentencia si el acreedor gana en los tribunales.
Además de ayudar a los acreedores, la legislación en materia de cobro de deudas protege a los deudores de prácticas de cobro desleales. Establece un equilibrio, garantizando que los acreedores puedan cobrar sus deudas y protegiendo al mismo tiempo a los deudores del acoso, el engaño o los comportamientos inadecuados. Este equilibrio es fundamental para la ley de cobro de deudas, ya que facilita un proceso de resolución de deudas justo y respetuoso.